¿Sugar Daddy está saliendo con un trabajo?

Sugaring ha existido prácticamente desde siempre. No siempre lo hemos llamado así, obviamente, pero las citas con sugar daddy son justo lo que las mujeres están naturalmente programadas para querer; es buscar hombres que tengan recursos. Hoy en día hay mucho ruido político que nos dice que las mujeres en realidad NO quieren esto, o que en realidad no les importa, o que eres una especie de sexista malvado si sospechas que ellas SÍ lo quieren.

Bueno, lo hacen, y siempre lo han hecho. A lo largo de la historia, las mujeres han utilizado la juventud y la belleza para atraer a los hombres hacia ellas, lo cual también es natural, y se han sentido atraídas POR hombres que pudieron apoyarlas y brindarles una buena vida. Este tipo de arreglo se volvió más “oficial” con el tiempo, cuando empezaste a ver reyes y otros hombres poderosos con “mujeres mantenidas” que en realidad podrían volverse ricas.

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Y, por supuesto, a principios del siglo XX, tuvimos a la primera mujer que describió a su esposo rico como su “sugar daddy”, porque él estaba en el negocio del azúcar. Las citas de Sugar Daddy solo han evolucionado desde entonces, hasta que eventualmente nos crecieron algunas pelotas (por así decirlo) y comenzamos a describir nuestros arreglos como lo que son.

La verdad sobre los “trabajos” de Sugar Baby

Ahora tenemos sitios web creados para encontrar y salir con sugar daddies que son sinceros sobre el hecho de que estamos buscando hombres con dinero, tal como lo han hecho las mujeres durante miles de años.

Y, sin embargo, ese tipo de honestidad hace que los bebés azucarados como yo sean abofeteados con todo tipo de etiquetas y conceptos erróneos. Mucha gente, y quiero decir MUCHAS, simplemente asumen que somos prostitutas. Me han llamado así en mi cara, y DELANTE de mi sugar daddy en ese momento, lo cual se puso… interesante, pero hablaré de eso en un momento.

Básicamente, aquellos que saben acerca de las citas con sugar daddy piensan que es solo un trabajo, y uno bastante vergonzoso, donde “vamos a trabajar” tanto para vender nuestros cuerpos como para aprovecharnos de los ancianos desesperados y solitarios.

Déjame preguntarte esto, cariño. ¿Conoces a alguna mujer que actualmente esté saliendo con hombres que ganen más dinero que ellos y les encante consentirlos? ¿Qué pasa con los matrimonios en los que la esposa tiene muy poco o NINGÚN dinero propio, y todo lo que gasta proviene de su esposo? ¿Incluyendo, por cierto, la comida que come y la casa en la que vive?

Lo entiendo, es el siglo XXI, y tal vez honestamente NO conoces a ninguna mujer así. Me parece bien. Pero sé sincero conmigo: ¿Te lo imaginas? ¿Tiene sentido para ti como una forma precisa de hablar sobre cómo funcionan las cosas, en una cultura que no es totalmente diferente a esta? Para hacerlo más fácil, ¿podemos estar de acuerdo en que si te subiste a una máquina del tiempo y retrocediste, digamos, 75 años (o casi cualquier cosa antes de eso), te resultaría difícil encontrar una relación que funcionara de OTRA manera? ?

Pues bien, enhorabuena. Esa mujer en la que estás pensando, exista o no, es una prostituta. Puta total. Ella está “vendiendo su cuerpo” a su pareja y le pagan en efectivo, lujos o las necesidades básicas de la vida. Probablemente al menos dos, tal vez incluso los tres.

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Ah, y ella también se está “aprovechando” de ese tipo, no sé. Después de todo, ella obtiene beneficios materiales por estar con él, y él se sentiría solo si ella no estuviera presente. Sí, la perra también puede ponerse unas medias cachondas y trabajar en la esquina de la calle.

Estás pensando que salir con un sugar daddy es diferente, pero ¿por qué? Quiero decir, definitivamente somos más abiertos sobre lo que queremos, e incluso establecemos acuerdos que estructuran cuánto obtenemos para que nadie quede decepcionado, pero eso es todo.

En realidad, no, lo retiro. Además de la honestidad, la única otra diferencia entre las citas con sugar daddy y una relación tradicional regular es que es más empoderador para el sugar baby, quien generalmente ahorra al menos parte del dinero que recibe de su sugar daddy e incluso podría trabajar en el lado. .

Mientras tanto, un ama de casa sin trabajo propio ni siquiera puede alimentarse sin el dinero de su marido. ¿Qué crees que le sucede a ella si ese esposo comienza a emborracharse y abusar de ella? Esa mierda no vuela en azúcar, eso te lo puedo decir.

Érase una vez una cita con Sugar Daddy

Hablando de beber, una vez, mientras salía con un sugar daddy hace varios años, estaba sentado en un bar con él. Esto fue en un buen hotel, no un lugar sórdido de ninguna manera, pero todavía había gente allí que había tenido un poco demasiado. Uno de ellos, que en realidad era un señor mayor bien vestido, se acercó a nuestra mesa con un vaso de whisky.

Probablemente solo tratando de entablar una conversación agradable, nos comentó que no suele ver a un padre y una hija tomando una copa juntos. Solo sonreí y no dije nada, sabiendo que mi sugar daddy querría manejar esto. Era mucho mayor que yo y a menudo lo confundían con mi padre, y disfrutaba corrigiendo a la gente al respecto. Así que le sonrió ampliamente al chico, me rodeó con el brazo y dijo: “Oh, ella no es mi hija”.

El tipo borracho obviamente estaba conmocionado por esto, y tartamudeó sorprendido por un rato antes de que mi sugar daddy lo ayudara y le explicara que yo era, de hecho, su sugar baby. Ahora también le sonreí al tipo y asentí con la cabeza.

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En este punto, dos cosas se hicieron inmediatamente obvias: 1, había oído hablar de las relaciones azucaradas, y 2, sus inhibiciones habían sido reducidas al cero absoluto por el alcohol. Con una cara brillante, felizmente soltó “¡Eres una prostituta!” como si fuera la cosa más amable y educada que podría decirme. Fruncí el ceño y me encogí lejos de él, obviamente ofendida, pero siguió adelante y comenzó a preguntarme sobre mis tarifas y si “lo llevaría” después de que terminara con “este tipo” (mi sugar daddy).

Bueno, “este tipo” no lo estaba teniendo y comenzó a calentarse con él. El borracho no retrocedía; eventualmente se acercó para tocar mi brazo, y eso fue todo. Mi sugar daddy lo derribó con un gancho de derecha.

Obviamente, hubo una conmoción en el bar después de esto. Para resumir, llegó la seguridad del hotel, y a mí, a mi sugar daddy, Y al aspirante a John se nos pidió que nos fuéramos y nunca volviéramos. Sin duda fue vergonzoso, pero mirando hacia atrás, estoy un poco agradecido con mi sugar daddy por defenderme de esa manera.

Mira, salir con sugar daddies no es igual para todos, y tal vez algunos sugar baby realmente lo vean como solo un trabajo. Demonios, estoy mintiendo si te digo que no considero cuánto dinero puedo ganar con cualquier acuerdo dado; por supuesto que sí, al igual que esa ama de casa de la que estaba hablando sería estúpida si no pensara en la diferencia financiera entre casarse con un conserje y un médico.

¿Pero si eso es TODO lo que estás haciendo aquí? ¿Si no ve el azúcar como una forma de tener verdaderas aventuras románticas en su vida y crecer como persona en lugar de solo su cuenta bancaria? Lo siento, cariño, pero si así es como quieres jugar, te estás perdiendo al menos la mitad del juego.

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